Panel Sándwich

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En la actualidad los paneles sándwich son comúnmente utilizados en edificación e industria por sus propiedades físicas y aislantes,  especialmente para el cerramiento exterior de fachadas y cubiertas. En espacios interiores, es habitual su uso en salas blancas, salas de proceso de alimentos, cabinas de pintura, hornos, sectores de incendios, compartimentando cámaras frigoríficas, etc.,

Se pueden aplicar para naves industriales, aeropuertos, hoteles, laboratorios, polideportivos, cámaras de congelación, centrales eléctricas, casas prefabricadas, etc.

 

Sus principales funciones son las siguientes:

 

  • Aislamiento térmico y/o acústico.
  • Propiedades de cerramiento o compartimentación (impermeabilidad al aire o al agua, resistencia a cargas de viento, etc.).

 

Generalmente se trata de conjuntos formados por dos caras externas de pequeño grosor entre las que se encuentra adherida una capa de material aislante. Sus prestaciones dependerán de los materiales utilizados, sus espesores, su rigidez y la coherencia alcanzada entre el núcleo y las caras. Los paneles se fijan a la estructura mediante elementos mecánicos como tornillos, clips, pletinas, etc.

 

Sus juntas perimetrales permiten a cada panel unirse con el resto de paneles vecinos, manteniendo las propiedades del conjunto (aislamiento térmico, estanqueidad, etc.). El diseño de las juntas es muy diverso según el uso que se le va a dar al panel. Así, por ejemplo, las juntas de cubierta intentan conseguir estanqueidad y protección, mientras que en las salas blancas, además, interesa la facilidad de limpieza e higiene.

 

Características del panel sándwich:

 

  • Ligereza frente a otros sistemas.
  • Modularidad.
  • Instalación estandarizada.
  • Prefabricación.
  • Capacidad mecánica mejorada, principalmente rigidez.
  • Incorporación en un único producto de productos con funciones diversas.

 

Habría que añadir las  propiedades específicas de su constitución para fines concretos: propiedades frente al fuego, robo, etc. Se trata de un material en expansión por sus múltiples características.

 

La prefabricación del producto, la ligereza, su rigidez y su modularidad hacen que su instalación sea rápida y sencilla, reduciendo los costes de mano de obra y disminuyendo tiempos de construcción. La prefabricación facilita el control de la calidad y la homogeneidad del producto.

 

Su ligereza permite reducir las dimensiones de la estructura destinada a soportar las superficies realizadas con este material. La capacidad mecánica mejorada de los paneles, que ofrece mayor rigidez y resistencia, permite un espaciamiento mayor entre las piezas de soporte, lo que se traduce en una menor cantidad de estructura y, consecuentemente, menores costes de construcción.

 

La instalación de estos productos es de tipo modular, empleándose maquinaria para la elevación de los mismos y realizando el anclaje a la estructura mediante tornillería adecuada según las indicaciones del fabricante. Finalmente se colocan tapajuntas y otros complementos, no siendo necesario normalmente el uso de masillas de sellado por tener las juntas un diseño que procura esta propiedad. Su uso final condiciona las características de diseño de los paneles y las juntas.

 

La mayoría de los paneles sándwich utilizados en España se destinan a uso industrial y están realizados con caras exteriores de chapa metálica y un núcleo aislante de espuma rígida de poliuretano (para cerramientos exteriores) o espuma de poliestireno (para divisiones interiores, como en cámaras frigoríficas industriales).

 

Las chapas metálicas más comunes son las de acero galvanizado, aunque también se pueden encontrar de otros materiales como el acero inoxidable, el aluminio e incluso el cobre. El principal tratamiento protector empleado es el galvanizado, pero varían con el fabricante y modelo, siendo frecuente encontrar chapas prelacadas o con recubrimientos plásticos diversos como poliéster.

 

En el caso del poliestireno, la unión del aislante a la chapa se realiza mediante adhesivos. En el caso del poliuretano, por un fenómeno de autoadhesión.

 

En menor medida se encuentran paneles con aislamiento de lana de roca (formando divisiones para sectorización en caso de incendio o bandas con reacción al fuego mejorada). En este caso la unión entre aislante y chapa también se realiza mediante adhesivos.

 

Aunque no es habitual, podemos encontrar paneles con aislantes de espuma fenólica modificada o vidrio celular, así como paneles con caras de madera o tableros derivados de la madera (entablados de madera maciza, tableros contrachapados, tableros de partículas, etc.).

 

Cabe también destacar el uso frecuente de placas de yeso laminado que se combinan bien como revestimiento o bien como parte de los propios paneles (caras interiores en ciertos paneles), debido a sus buenas propiedades de reacción al fuego.

 

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